inicio Opinión Finaliza el invierno y el Código Azul: La dignidad debe seguir en las calles
Opinión

Finaliza el invierno y el Código Azul: La dignidad debe seguir en las calles

Publicado por: Equipo GDigital | martes 30 de septiembre de 2025 | Publicado a las: 17:55

vistas 754

Compartir esta noticia

Por Carlos Francisco Reyes Reyes, presidente de la agrupación «Apapachos» de Temuco.   

Con el fin del invierno termina también el Código Azul en Temuco, un esfuerzo conjunto entre la Municipalidad de Temuco, el MIDESO, Fundación Cáritas, Hogar de Cristo, iglesias y agrupaciones voluntarias como Apapachos, Fuente de Solidaridad, Refugio de Amor y Unamor Araucanía. Este invierno deja un dato que debe celebrarse y no perderse de vista: por primera vez en años no hubo muertes por frío en las calles de la ciudad.

Este logro no es menor: significa que el trabajo coordinado, las camas de emergencia, las rutas nocturnas y las casi 4.000 cenas anuales que servimos desde Apapachos hicieron la diferencia. La unión de voluntades salvó vidas.

Pero el fin del frío no significa el fin del desafío. Ahora enfrentamos un problema igual de urgente: los desalojos en espacios públicos donde muchas personas en situación de calle han vivido durante meses o años.

Estos procesos suelen ser dolorosos. Muchas veces, al retirar a alguien de una carpa o de una esquina, no solo se le quita un espacio físico: también se arranca parte de su historia, de lo poco que considera suyo, de su refugio emocional. No podemos permitir que los desalojos signifiquen desamparo o humillación.

Como agrupaciones sociales, creemos que la dignidad debe ser el eje de cualquier medida que se tome en la vía pública. Eso implica dialogar antes de actuar, ofrecer alternativas reales —albergues, traslados, acceso a salud y acompañamiento— y no solo limpiar espacios. Significa entender que detrás de cada carpa hay una historia de vida que merece ser escuchada.

Este 2025 nos demostró que cuando nos organizamos, se puede evitar que alguien muera de frío en la calle. Ahora, debemos demostrar que también podemos garantizar que nadie pierda su dignidad cuando se tomen medidas de ordenamiento urbano.

El invierno se va, pero el compromiso debe quedarse. La solidaridad no puede tener fecha de caducidad ni depender de la temperatura. La ciudad debe ser un lugar seguro para todos, incluso para quienes hoy no tienen un techo.

Agradecemos profundamente a los voluntarios y voluntarias, al personal de salud que atendió con humanidad, a los funcionarios de la Municipalidad de Temuco, al MIDESO y a todas las organizaciones que hicieron posible este invierno sin muertes por frío. Que este mismo espíritu de trabajo en conjunto sea el que guíe ahora cada decisión relacionada con los desalojos: que el respeto, el diálogo y la dignidad sean el verdadero abrigo que nunca falte.


Compartir esta noticia