Publicado por: Equipo GDigital | viernes 3 de octubre de 2025 | Publicado a las: 16:41
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Por Verónica López-Videla Pino, seremi de Gobierno Región de La Araucanía
Hace poco más de tres años y medio, recibimos un país y una región en una situación muy compleja, que venía saliendo de una pandemia, con deudas y demandas históricas sin resolver.
Al término del mandato del Presidente Gabriel Boric vamos a entregar uno con más derechos, beneficios consolidados y una economía en crecimiento. Para eso sirve actuar con responsabilidad social y fiscal.
El presupuesto 2026 consolida cuatro años de trabajo serio y planificado, que no piensa sólo en el hoy, que se hace cargo del Chile que recibimos y del que vamos a entregar a nuestros hijos y nietos, que cuida las arcas fiscales como lo hace una familia: sin endeudarse más allá de lo que puede sostener, porque entiende que solo así se asegura la tranquilidad y el bienestar.
Un presupuesto serio no es populista ni improvisado. Este, el de 2026 está en línea con las necesidades de las familias de Chile y tendrá foco en salud, pensiones y vivienda, además de seguir creciendo en seguridad pública. Somos un Gobierno que invierte en las personas. En salud, daremos un salto importante en recursos para esta área, con un aumento de 5,6% en 2026 que permitirá realizar 115.000 cirugías para reducir los tiempos de la lista de espera y tener la mayor inversión en GES desde su creación.
Con los presupuestos que este gobierno ha impulsado, habremos aumentado en un 16,7% el presupuesto en seguridad durante nuestro gobierno, lo que se ha traducido en más equipamiento para las policías, mayor cantidad de carabineros y PDI.
Estamos gobernando para la gente, con seriedad y no de manera cortoplacista y -a pesar de no tener mayoría en el Congreso- con diálogo, responsabilidad fiscal, social, mirada de Estado y convicción, logramos avances históricos que mejoran la vida de las personas.
Usar mejor los recursos públicos no es una tarea sencilla. Como Gobierno hemos buscado espacios para rebajar gastos que no son efectivos, y las cifras dan cuenta de ello. Por eso sorprende cuando candidatos anuncian recortes de gasto de hasta 6.000 millones de dólares en 18 meses los que implicarían, por ejemplo, dejar sin financiamiento políticas tan relevantes como la gratuidad en la educación superior, la atención primaria en salud municipal o eliminar prácticamente todo el gasto fiscal en entregar la PGU a tantos.
Estamos construyendo un país que cuida a sus generaciones, a esas personas mayores que esperaron tanto que subieran las pensiones, a esas mujeres que hoy también son cuidadas gracias a Chile Cuida, a esos profesores y profesoras que durante tantos años esperaron que se saldara la deuda histórica. Nos hicimos cargo de lo que recibimos, mejoramos el hoy y estamos asegurando beneficios para el mañana.
Este presupuesto enfrenta de manera responsable los problemas que vive Chile y La Araucanía, consolida y proyecta un camino de avances, crecimiento, justicia social y progreso para todos.