Publicado por: Equipo GDigital | lunes 22 de diciembre de 2025 | Publicado a las: 18:55
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Por Felipe Martínez, administrador público y psicoeducador. Ex consejero regional de La Araucanía
Nuestro país está haciendo crisis en distintos frentes. La crisis en materia de seguridad es la principal y más evidente (actualmente tenemos un secuestro diario en Chile), es diversa (pasa por la puerta giratoria, la extensión del narcotráfico, la inmigración ilegal y la contaminación criminógena de las cárceles), pero dista mucho de ser la única. Vamos por parte:
Crisis en la salud. Un estudio de la U. Católica publicado en junio establece que actualmente se contabilizan más de dos millones de chilenos en listas de espera del servicio público de salud. En promedio se debe esperar 289 días para una cirugía, o casi un año (353 días) para atención con un especialista. Indignante.
Crisis en educación. La brecha educacional entre el sistema público y privado no se reduce con el tiempo a pesar de que cada año se invierten ingentes recursos de todos los chilenos.
El presupuesto anual de educación del presente año 2025 es el mayor presupuesto de todos (incluso superando al presupuesto de salud) pero, a pesar de ello, la educación pública no mejora.
Crisis en el empleo. Actualmente, la tasa de desempleo es de un 8,9% y la informalidad laboral es de 25,8%, aún no hemos recuperado las cifras previas a la pandemia. Vivimos en tiempos de vacas flacas. Quedar sin trabajo hoy en día significa tener que enfrentar quizás un año sin encontrar una nueva ocupación. Según el nuevo Índice de Pobreza Multidimensional, la tasa nacional de pobreza alcanza al 22,3% de la población.
Crisis en la agricultura. Se le pasa por alto, porque son muy pocos los que advierten que dependemos por completo de la importación para llevar el pan, la fruta y la verdura a las mesas de los hogares de los chilenos. Solo producimos un 30% de nuestro consumo habitual, todo lo demás lo traemos de afuera. El campo actualmente no está siendo escuchado, se ha ingresado un proyecto de ley para regular los contratos agrícolas, tan importante para salvar a trigo nacional, pero no presenta avances en nuestro Parlamento.
Seguiremos viendo lamentablemente cómo las pymes del campo fracasan por el nulo apoyo y el ahogo que la agroindustria les inflige. Podríamos seguir enumerando los problemas que presenta el país actualmente. No obstante, en medio de esta crisis múltiple, podemos vislumbrar una esperanza, porque sabemos cuáles son los problemas, entendemos los diagnósticos y, por tanto, un nuevo gobierno puede proponerse solucionarlos.
Es por ello que, he tomado la decisión de presentarme como candidato a Diputado por el Distrito 22 (Araucanía Norte) y poder acompañar a nuestro futuro Presidente José Antonio Kast desde el Parlamento. Porque las medidas que se deben suscribir para recuperar Chile son complejas y deben ser drásticas.
Nuestro compromiso con la infancia, con las personas discapacitadas, con la tercera edad, con el desarrollo económico y la seguridad, es profundo, lo vamos a demostrar tanto en la legislación como en la supervisión y asesoría de las políticas públicas del nuevo gobierno.
Porque tenemos que recuperar Chile, es responsabilidad nuestra y en mi caso, la hago muy personal.